Los militares tienen miedo a la falta de armas
las armas tienen miedo a la falta de guerras.
A las guerras hay que comerselas, hay que pelear hasta el último aliento, ni sus rejas, ni sus balas, ni su dinamita conservadora va a parar a la masa del pueblo. A los ciudadanos libres, que no están atados porque no creen en esas cuerdas. No están encerrados porque sus vayas no son nuestro problema. Sus muros serán escombros donde creceran preciosas margaritas regadas con la esperanza del rocio de la noche. La lucha debe ser bonita, debe abrazarse al prógimo, instruirlo a que se una a esto que ya es un tren que no para.
Un tren con una via por construir, un tren que la maquina va llena de carbón. El maquinista vas a ser TÚ o la mujer de la limpieza, o el campesino, o el guitarrista callejero, o el conductor del camión de la basura, o el miliciano afgano, palestino, iraquí. Todos vamos a llevar a cabo una obra importantisima en esta puta sociedad debastadora que nos han impuesto.
NO ME ENCIERRAN, no me creo sus fronteras de hierro y tú verás que tampoco lo crees.
La lucha está cada vez más acabada y hay que darle una explosión de vida, de libertad.
Un abrazo a todos los que creen que esto hay que cambiarlo y se van a montar en ese tren.
jueves, 26 de marzo de 2009
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¡Este verano nos toca a nosotros trabajar!
ResponderEliminarDe cubaneooo!